lunes, 20 de mayo de 2013
Me levanto por la mañana en una habitación, no me acuerdo de nada. Solo veo una cara que nunca antes había visto, al ver todo su cuerpo mi mente entra sock. El mundo me da vueltas y empiezo a recordar, empiezo a preguntarme qué pasó ayer. No hay nada en mi bolsillo, no entiendo que pasó. Creo que me pasé con el alcohol, ¿pero hasta este punto?
Noche de descontrol. Me dijeron que lo pasaría bien, me olvidaría de ti. ¿A esto se referían? Estoy en otra casa, al girarme y ver que no eras tú el que estaba a mi lado me quedé extrañada, me esperaba algo diferente. Solo recuerdo los 5 primeros cubatas, 3 de Vodka que apenas podía saborear la Fanta, otro de Ron con Cola y este último llevaba algo de Ginebra. ¿Y después de eso? Después de eso solo recuerdo haber despertado aquí, al lado de este desconocido que ni si quiera sé su nombre. Solo quería pasármelo bien por una noche después de tantas llorando y lamentándome por haberte perdido, quería borrar tu imagen de mi cabeza, quería olvidar todos los momentos que pasamos juntos, esos besos cuando tenía sed de ti o los abrazos cuando tenía frío, tu aliento en mi nariz.
Y me encuentro con esto, mi ropa está ahí, en el suelo. La cabeza me da vueltas. Apenas tengo fuerzas para levantarme e ir al baño. Lo único que quiero es cerrar los ojos, volverlos a abrir y aparecer en mi cama. Me siento avergonzada, quiero tener el valor de poder recordar lo de anoche. Noche de descontrol.
lunes, 13 de mayo de 2013
Empieza todo a hacerse triste, recuerdo y pienso el momento en el que todo terminó, entonces me quedo sin aire. Noto como las lágrimas caen por mi mejillas exactamente igual, que aquella noche en la que ambos decidimos difurcar nuestros caminos.
¿Qué pasa con nuestra historia? ¿Por qué no vienes a buscarme? Si quieres puedes aparecer de manera inesperada, prometo darte un abrazo nada más verte y hacer cosquillas hasta que me duelan las manos. También puedes quedarte a dormir como hacías casi todos los findes, también prometo agarrarte la cintura mientras duermo.
Pienso que el miedo está pudiendo con nosotros, en nuestras últimas conversaciones, parece que te has olvidado de todo lo que hemos sido juntos, fuimos un mundo, la historia de amor más bonita que he vivido nunca, y ahora que todo a terminado, estoy buscando fuerzas de ni si quiera se donde para poder seguir adelante.
domingo, 5 de mayo de 2013
Me atrapas.
Te sabes todos y cada uno de mis movimientos ante cada situación.
Juegas con ventaja, porque así es esto. Un juego.
No puedo expresar como me siento. Veo algo gris, ni blanco ni negro, es gris; algo que recorre todo lo que me rodea. Es un estado de "stock" ante el que no sabes como ni de que manera reaccionar.
Empiezas tú. Me acaricias el pelo, sabes que es mi debilidad; me atrapas con esa mirada que sabes que me puede. Pones tu mano cerca de la mía, pero apenas se tocan, sabes que eso me tienta.
Quieres dejar atrás el dolor, pero eso es algo que nos acompañará siempre.
La añoranza corretea por mi cuerpo, de arriba a bajo; no me ha pedido permiso, yo quería estar sola.
Ante toda la presión a la que se ve sometida mi cabeza, de mi boca sale un inevitable "Estoy aquí amor". ¿Sabes que es esto? Como te he dicho antes, es un juego. Un juego emocional. Es algo contra mía, están poniendo a aprueba todas y cada una de mis debilidad, juego con desventaja por todos y cada uno de mis sentimientos.
Te sabes todos y cada uno de mis movimientos ante cada situación.
Juegas con ventaja, porque así es esto. Un juego.
No puedo expresar como me siento. Veo algo gris, ni blanco ni negro, es gris; algo que recorre todo lo que me rodea. Es un estado de "stock" ante el que no sabes como ni de que manera reaccionar.
Empiezas tú. Me acaricias el pelo, sabes que es mi debilidad; me atrapas con esa mirada que sabes que me puede. Pones tu mano cerca de la mía, pero apenas se tocan, sabes que eso me tienta.
Quieres dejar atrás el dolor, pero eso es algo que nos acompañará siempre.
La añoranza corretea por mi cuerpo, de arriba a bajo; no me ha pedido permiso, yo quería estar sola.
Ante toda la presión a la que se ve sometida mi cabeza, de mi boca sale un inevitable "Estoy aquí amor". ¿Sabes que es esto? Como te he dicho antes, es un juego. Un juego emocional. Es algo contra mía, están poniendo a aprueba todas y cada una de mis debilidad, juego con desventaja por todos y cada uno de mis sentimientos.
No debo.
Esas dos palabras corretean por mi cabeza cada vez que pienso en ti.
¿Qué me hace pensar que esta vez si que saldría bien? Puede que sea por tu recuerdo, que me atrapa y no me deja soltarlo. Yo no te quería. Yo te había olvidado, pero el recordar todos y cada uno de los momentos que hemos pasado juntos en estos meses, hacen que piense lo contrario.
No quiero sufrir otra vez por esos defectos incontrolables. No puedo intentarlo de nuevo. Pero esque echo de menos anochecer junto a ti y despertarme a tu lado, echo de menos como jugábamos, echo de menos el ponerme celosa por cualquier tontería, echo de menos ese camino en el metro que como estaba contigo se me hacía más corto, echo de menos muchísimas cosas.
Recuerdo aquella tarde a principios de Julio en el banco, ese día en Machanca cuando me miraste y me dijiste "fea", ahí nadie sabía nada de lo nuestro; ese beso en el semáforo, como en la playa jugábamos como críos, el sabor de la primera vez, esa noche que me subiste a lo más alto de tu pueblo, las vistas eran impresionantes; cuando tenía frío, tú me agarrabas con más fuerza o tu risa, tu risa se me ha quedado grabada.
Demasiadas cosas hemos pasado juntos. Buenas y malas, pero como digo yo siempre, "las cosas buenas se comen a las malas."
Hemos llorado juntos, hemos reído, hemos pensado que todo terminaba y hemos sacado fuerzas para seguir juntos. Pero aquel día no pudimos sacar fuerzas para seguir adelante. Dolía, claro que dolía, pero era lo mejor tanto para ti como para mi.
Fuiste el primero en muchos sentidos, y eso ami no se me va a olvidar, y que lo vivido no queda atrás. Todo por lo que hemos pasado, siempre formará parte de nuestro presente, es algo que recordaremos.
viernes, 3 de mayo de 2013
No estoy enamorada de ti. Ni si quiera te quiero. A veces tenemos que caer para darnos cuenta de las cosas y aunque no te levantes al segundo, lo importante es haber aprendido.
Cuando te dije que te echaba de menos, me refería al chico de hace tiempo que me tenía como prioridad, que me cuidaba, que me abrazaba con fuerza y me miraba como a nadie, con el que podía ser yo misma, no tenía miedo a mostrarme. Era feliz. Y ahora todo ha sido al revés.
Jode mucho que para tener que darme cuenta de que has cambiado, de que ya no eres el chico del que me enamoré, me haya tenido que llevar este palo. Hubiese preferido quedarme con la otra imagen que tenía de ti y no con la de ahora. Has perdido todos los valores que tenía hacia ti, has hecho que te olvide de golpe al darme cuenta de que ya no queda nada de aquel niño.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)