jueves, 15 de agosto de 2013

Negación. Negación. Negación. Negación. Una detrás de otra. 
Que tus mentiras están pudiendo conmigo. Esos "Te quiero" continuos, más las miradas que parecen pero que no son sinceras. Un juego de palabras que no sabes como seguir exactamente. Le quieres, él lo nota, lo sabe. Que manera tan triste de jugar con la mente de los demás, con los sentimientos, con las emociones, los estados de ánimo. No querías, claro que no querías, pero caíste. Porque tienes que entender, que cuando menos te lo esperas, aparece aquello que pensabas que nunca llegaría a tu vida, la razón por la cual creer en algo, por la cual sonreír, por la cual vivir. No se trata de entender, se trata de vivir y soñar mientras estás despierto, como esa oleada de mar que recorre tu cuerpo cada vez que te sientes bien.

domingo, 21 de julio de 2013

Llegaste y me besaste. No era consciente de que un pequeño roce de labios podría cambiar mi mundo.
Nuestro destino estaba ahí, nuestros dos nombres estaban escritos. El mío al lado del tuyo. El tuyo al lado de mio mío.
Los pequeños detalles que ponían mi piel de gallina y al pensar que podría tener un final, se me encogía el alma. Esas cosas me hicieron entender que te quería, que éramos la eternidad. Juntos hicimos lo imposible y conocimos aquello que desconocíamos. Creímos el uno en el otro, nos mirábamos con ojos llenos de amor y todo aquello parecía que no tendría un final.
Pero el día menos esperado, las palabras se clavaron como cuchillos, la mirada no era la misma y esa voz ya no sonaba tan dulce, algo había cambiado y ese algo dolía. Dolía mucho. Es en ese momento, cuando comprendes que las promesas no se cumplen, que las palabras se las lleva el viento y lo más importante, que tu vida cambia cuando menos te lo esperas, en cuestión de segundos.


miércoles, 10 de julio de 2013

En un corto periodo de tiempo las cosas cambian. Todos tus planes se pueden ir a pique, tus emociones desaparecen y el silencio se apodera de todo. ¿Qué es eso que se siente cuando tu vida cambia? ¿Cuándo todos tus planes se convierten en palabras? ¿Cuándo miras y no sabes como seguir?
Me pregunto una y otra vez porque te escapaste. Tú tenías un lugar en mi destino, lo sabía. Estaba segura. Pero te fuiste. 
Es curioso como tu vida da un giro por completo. Te ves de una manera totalmente contraria a la que te hubieras imaginado en un pasado.
Notas y sientes como algo se acciona, ya ha cambiado. Se ha perdido.
Nuestra manera de mirarnos cambió el día que nos dijimos "Adiós" por última vez. Te perdí. Me perdiste. Nos perdimos. 
Ahora somos dos desconocidos con algo en común. Algo que solo nosotros sabemos. Algo que solo nosotros recordamos.
 Pero nunca cometas el error miras atrás, porque seguramente tendrás la tentación de volver. 
Recordarás mi risa, cuando te tires a la de los lunes. Recordarás mis abrazos mientras acaricies a la de los martes. Recordarás mi  mirada cuando le digas "te quiero" a la de los miércoles. Recordarás mi manera de besar mientras le prometas a la de los jueves que solo piensas en ella y que no hay nadie más. Recordarás mis gestos de niña pequeña cuando la de los viernes no te haga reír. Recordarás el tacto de mi pelo cuando estés en la cama con la de los sábados y se aparte ella el suyo. Y te darás cuenta de que ninguna puede sustituirme cuando estés con la de los domingos. Serás consciente de que soy la única que te hace feliz. Echarás de menos hasta mis defectos.

domingo, 16 de junio de 2013

352.

La impaciencia se está apoderando de mi poco a poco. Las ganas de besarte me pueden, y es que no hago más que pensar en como será el momento en que te vuelva a ver. Deseo que los días pasen volando y sentir tus brazos en mi piel de nuevo. No hago más que recordar la última noche que pasamos juntos, el último abrazo, el último adiós...
Hay algo que me marca, un número, una cantidad, una distancia. 352. 
¿Por qué me enamoré de ti?
Todo empezó con una amistad, una gran amistad, éramos inseparables, me gustaba acompañarte a todas partes y contarte mis estupideces. Creo que fue de la noche a la mañana, cuando dimos comienzo a una serie de abrazos y caricias continuas, de golpe, todo eso se convirtió en amor. Nos culpábamos una y otra vez porque pensábamos que perderíamos aquello que tanto apreciábamos llamado "amistad".
Cada uno volvía a su destino y cada vez que esto sucedía, no volvía a saber de ti apenas. 
Sin embargo, cada vez que nos veíamos de nuevo, había algo que no cambiaba: El sentimiento.
Era algo demasiado fuerte, y es que nunca cambiaba, siempre volvía a sentir lo mismo que la vez anterior, incluso más. Eso se llama enamorarse. La persona de la que realmente te enamoras, es de la que cuando la ves, los sentimientos se disparan como estrellas fugaces, como las bombas en la guerra. Pase el tiempo que pase, todo aquello se revive. No hay manera de desprenderse del recuerdo.
Pero solo me queda decir, que en 45 días eres mío.

sábado, 8 de junio de 2013

Realmente no sé como sentirme.
¿Cuántas veces hemos llorado de rabia?
Contigo cambió mi vida, fuimos dos tontos enamorados que caminaban por esas calles como dos niños en busca de una nueva aventura. Veíamos pasar personas, quien sabe que historia tenían tras ellos, pues nosotros solo nos mirábamos con ojos de amor.
Los besos que nos dimos son incalculables y los abrazos mi más preciado recuerdo. Nunca creí en los "para siempre", pero contigo esa opinión resultó nula. No me hacía la idea de separarme de ti, no me podía imaginar un solo segundo sin que tú fueras mio.
Nada resultó ser como pensaba. La oscuridad y el frío se apoderó de mi. Veo que tu amor  no era amor, y eso es lo que más duele, lo me crea esta situación de ira. 
¿Realmente me has querido alguna vez? ¿Qué sentías tú cuando me besabas? ¿Y cuándo me abrazabas? Tengo mil preguntas, pero de nada serviría que me respondieras, nada tendría solución fuera cual fuera tu respuesta. Camino con la soledad, es mi mejor  compañía después de mi. El tiempo me ha dado la razón, y es que lo que nace se apaga, que podemos pasar de reír a llorar en cuestión de segundos. Que no es que no sepamos lo que tenemos hasta que lo perdemos, simplemente cuando notamos que lo perdemos lo queremos con más fuerza. 
Éramos distintos, todo se volvió oscuro en cuestión de meses, nadie creyó en lo nuestro pero ahí estábamos nosotros. Todo fue un esfuerzo relativo sin sentido alguno. El miedo nos conseguía por milésimas de segundos acumuladas en dolor constante. El miedo se apoderaba de nuestros ojos y con ellos las lágrimas. El miedo pudo con nosotros y las verdades o suposiciones nos mataron.
Solo espero no volver a encontrarte, pero créeme, nunca quise hacerte daño.

sábado, 1 de junio de 2013

Cambiaste. Cambié.

Mírate. Mírame.
¿Qué ha pasado?
Hemos cambiado.
¿Acaso no recuerdas los días en los que no podíamos pasar el uno sin el otro? Los mensajes infinitos o esas llamadas que en un principio serían de 10 minutos y terminaban durando horas. Cuando al verme me cogías con tus perfectos brazos y no me soltabas hasta 15 minutos después, me decías que necesitabas saber con certeza que no era un sueño, que estaba ahí contigo.
No te gustaba estar sin rozar mi piel, según tú, necesitabas sentirme. Me susurrabas que era diferente, que te hacía sentir cosas que tú ni si quiera sabías que existían, me decías una y otra vez que por nada del mundo te separarías de mi. Sonreirme era tu particular manía, adorabas matarme a cosquillas, según tú mi risa era adorable y muy natural; que aunque te dijera que pararas, me encantaba jugar contigo.
Y las tardes comiendo chuches, siempre cogías las que más me gustaban, hacías la acción de meterlas en la boca pero después me las dabas ami. Me dijiste que era tu prioridad, que me tenías ante todo y que ya sabías cual era tu "misión" en la vida, hacerme feliz.

Pero todo cambia, nosotros cambiamos.
Lo que piensas que es eterno no tarda en tener un final.
Ahora siempre que me acuerdo de ti me hago la misma pregunta, de si todo aquello era verdad, todo lo que decías, porque lo que me prometiste ya veo que no. Nunca te separarías de mi, y aquí ya no estás.
Fuiste tú. Fuiste tú el que me falló, el que decidió irse de mi vida sin ninguna explicación, tu único argumento fue que ya no sentías lo mismo. Si de verdad quieres a alguién, los sentimientos no cambian, yo no he cambiado.
Pero solo me queda decirte una cosa: Eres pasado.

lunes, 20 de mayo de 2013


Me levanto por la mañana en una habitación, no me acuerdo de nada. Solo veo una cara que nunca antes había visto, al ver todo su cuerpo mi mente entra sock. El mundo me da vueltas y empiezo a recordar, empiezo a preguntarme qué pasó ayer. No hay nada en mi bolsillo, no entiendo que pasó. Creo que me pasé con el alcohol, ¿pero hasta este punto? 
Noche de descontrol. Me dijeron que lo pasaría bien, me olvidaría de ti. ¿A esto se referían? Estoy en otra casa, al girarme y ver que no eras tú el que estaba a mi lado me quedé extrañada, me esperaba algo diferente. Solo recuerdo los 5 primeros cubatas, 3 de Vodka que apenas podía saborear la Fanta, otro de Ron con Cola y este último llevaba algo de Ginebra. ¿Y después de eso? Después de eso solo recuerdo haber despertado aquí, al lado de este desconocido que ni si quiera sé su nombre. Solo quería pasármelo bien por una noche después de tantas llorando y lamentándome por haberte perdido, quería borrar tu imagen de mi cabeza, quería olvidar todos los momentos que pasamos juntos, esos besos cuando tenía sed de ti o los abrazos cuando tenía frío, tu aliento en mi nariz.
Y me encuentro con esto, mi ropa está ahí, en el suelo. La cabeza me da vueltas. Apenas tengo fuerzas para levantarme e ir al baño. Lo único que quiero es cerrar los ojos, volverlos a abrir y aparecer en mi cama. Me siento avergonzada, quiero tener el valor de poder recordar lo de anoche. Noche de descontrol.