¿Cuántas veces hemos llorado de rabia?
Contigo cambió mi vida, fuimos dos tontos enamorados que caminaban por esas calles como dos niños en busca de una nueva aventura. Veíamos pasar personas, quien sabe que historia tenían tras ellos, pues nosotros solo nos mirábamos con ojos de amor.
Los besos que nos dimos son incalculables y los abrazos mi más preciado recuerdo. Nunca creí en los "para siempre", pero contigo esa opinión resultó nula. No me hacía la idea de separarme de ti, no me podía imaginar un solo segundo sin que tú fueras mio.
Nada resultó ser como pensaba. La oscuridad y el frío se apoderó de mi. Veo que tu amor no era amor, y eso es lo que más duele, lo me crea esta situación de ira.
¿Realmente me has querido alguna vez? ¿Qué sentías tú cuando me besabas? ¿Y cuándo me abrazabas? Tengo mil preguntas, pero de nada serviría que me respondieras, nada tendría solución fuera cual fuera tu respuesta. Camino con la soledad, es mi mejor compañía después de mi. El tiempo me ha dado la razón, y es que lo que nace se apaga, que podemos pasar de reír a llorar en cuestión de segundos. Que no es que no sepamos lo que tenemos hasta que lo perdemos, simplemente cuando notamos que lo perdemos lo queremos con más fuerza.
Éramos distintos, todo se volvió oscuro en cuestión de meses, nadie creyó en lo nuestro pero ahí estábamos nosotros. Todo fue un esfuerzo relativo sin sentido alguno. El miedo nos conseguía por milésimas de segundos acumuladas en dolor constante. El miedo se apoderaba de nuestros ojos y con ellos las lágrimas. El miedo pudo con nosotros y las verdades o suposiciones nos mataron.
Solo espero no volver a encontrarte, pero créeme, nunca quise hacerte daño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario