lunes, 11 de marzo de 2013

Confesiones.

Aquí empieza mi carta de confesión, donde chillo mis penas, mis sentimientos, mi dolor y mis pensamientos; todo eso tiene una cosa en común, esa cosa eres tú.
Me enamoré de ti, pero eso no lo decidí yo, sino mi cabeza, porque se dio cuenta de que eras la persona que encajaba en mi rompecabezas.
En ese momento no sabía como responder ante las situaciones, tal vez no tuviera la suficiente cabeza para poder hacerlo, pero quiero demostrarte que las cosas han cambiado, mis pensamientos, mis actitudes y mi reacciones; que ya no soy esa niña de los rayazos que tanto odiabas.
Créeme aun hay cosas que duelen, el verte por la calle y no poder ni sonreírte o ni si quiera mirarte; esas cosas son las que hacen que me de cuenta de como ha cambiado todo en cuestión de tiempo, lo diferente que es todo actualmente.

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