Que alguien me explique porque ahora te echo de menos. No ha pasado mucho tiempo, pero no es lo mismo que al principio de terminar. No te quería ver. No te echaba de menos. No tenía ni el más mínimo recuerdo de todo aquello por lo que pasamos juntos. Ni si quiera tenía la necesidad de hablar contigo.
Y ahora no hago más que pensar en como sería todo si todavía estuviéramos juntos. Tal vez me gustaría terminar las noches de los viernes y los sábados entre besos, risas y abrazos, como solíamos hacer; y despertarme por las mañanas contigo cogido a mi cintura y observar como como duermes. Hacerte cosquillas hasta que morías de la risa, era mi adicción. Esas sorpresas de ir a recogerme al instituto los viernes, comer juntos y lo que le sigue. Esos abrazos en los que me sentía pequeña, pero que tu me hacías creer con tus palabras, que era la persona más grande de este puto mundo.
Como nos mirábamos en el uno al otro, con esos ojos de enamorados. Nunca nadie me había mirado de esa manera.
¿Y cuando nos enfadábamos? No aguantabas ni 2 minutos sin besarme; yo me hacía la dura y en realidad estaba deseando que vinieras a mi.
Y las noches de los sábados viendo la tele hasta las tantas de la madrugada, como no, abrazados.
Puede que me arrepienta de como estuvimos los últimos meses, no fui lo que te merecías. Pero eran mis sentimientos y en ese momento no los podía cambiar.
No sé si todavía te quiero. Puede que sí y por eso me acuerdo de ti de este manera. Siento que lo que tenía contigo, nadie me lo va a poder dar, pero por otra parte, pienso que todo terminó por algo... esos defectos con los que yo no podía estar, y ahora que has conseguido levantar cabeza, no es justo para ti que yo vuelva. Tal vez lo mejor sea olvidarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario