jueves, 15 de agosto de 2013

Negación. Negación. Negación. Negación. Una detrás de otra. 
Que tus mentiras están pudiendo conmigo. Esos "Te quiero" continuos, más las miradas que parecen pero que no son sinceras. Un juego de palabras que no sabes como seguir exactamente. Le quieres, él lo nota, lo sabe. Que manera tan triste de jugar con la mente de los demás, con los sentimientos, con las emociones, los estados de ánimo. No querías, claro que no querías, pero caíste. Porque tienes que entender, que cuando menos te lo esperas, aparece aquello que pensabas que nunca llegaría a tu vida, la razón por la cual creer en algo, por la cual sonreír, por la cual vivir. No se trata de entender, se trata de vivir y soñar mientras estás despierto, como esa oleada de mar que recorre tu cuerpo cada vez que te sientes bien.

domingo, 21 de julio de 2013

Llegaste y me besaste. No era consciente de que un pequeño roce de labios podría cambiar mi mundo.
Nuestro destino estaba ahí, nuestros dos nombres estaban escritos. El mío al lado del tuyo. El tuyo al lado de mio mío.
Los pequeños detalles que ponían mi piel de gallina y al pensar que podría tener un final, se me encogía el alma. Esas cosas me hicieron entender que te quería, que éramos la eternidad. Juntos hicimos lo imposible y conocimos aquello que desconocíamos. Creímos el uno en el otro, nos mirábamos con ojos llenos de amor y todo aquello parecía que no tendría un final.
Pero el día menos esperado, las palabras se clavaron como cuchillos, la mirada no era la misma y esa voz ya no sonaba tan dulce, algo había cambiado y ese algo dolía. Dolía mucho. Es en ese momento, cuando comprendes que las promesas no se cumplen, que las palabras se las lleva el viento y lo más importante, que tu vida cambia cuando menos te lo esperas, en cuestión de segundos.


miércoles, 10 de julio de 2013

En un corto periodo de tiempo las cosas cambian. Todos tus planes se pueden ir a pique, tus emociones desaparecen y el silencio se apodera de todo. ¿Qué es eso que se siente cuando tu vida cambia? ¿Cuándo todos tus planes se convierten en palabras? ¿Cuándo miras y no sabes como seguir?
Me pregunto una y otra vez porque te escapaste. Tú tenías un lugar en mi destino, lo sabía. Estaba segura. Pero te fuiste. 
Es curioso como tu vida da un giro por completo. Te ves de una manera totalmente contraria a la que te hubieras imaginado en un pasado.
Notas y sientes como algo se acciona, ya ha cambiado. Se ha perdido.
Nuestra manera de mirarnos cambió el día que nos dijimos "Adiós" por última vez. Te perdí. Me perdiste. Nos perdimos. 
Ahora somos dos desconocidos con algo en común. Algo que solo nosotros sabemos. Algo que solo nosotros recordamos.
 Pero nunca cometas el error miras atrás, porque seguramente tendrás la tentación de volver. 
Recordarás mi risa, cuando te tires a la de los lunes. Recordarás mis abrazos mientras acaricies a la de los martes. Recordarás mi  mirada cuando le digas "te quiero" a la de los miércoles. Recordarás mi manera de besar mientras le prometas a la de los jueves que solo piensas en ella y que no hay nadie más. Recordarás mis gestos de niña pequeña cuando la de los viernes no te haga reír. Recordarás el tacto de mi pelo cuando estés en la cama con la de los sábados y se aparte ella el suyo. Y te darás cuenta de que ninguna puede sustituirme cuando estés con la de los domingos. Serás consciente de que soy la única que te hace feliz. Echarás de menos hasta mis defectos.

domingo, 16 de junio de 2013

352.

La impaciencia se está apoderando de mi poco a poco. Las ganas de besarte me pueden, y es que no hago más que pensar en como será el momento en que te vuelva a ver. Deseo que los días pasen volando y sentir tus brazos en mi piel de nuevo. No hago más que recordar la última noche que pasamos juntos, el último abrazo, el último adiós...
Hay algo que me marca, un número, una cantidad, una distancia. 352. 
¿Por qué me enamoré de ti?
Todo empezó con una amistad, una gran amistad, éramos inseparables, me gustaba acompañarte a todas partes y contarte mis estupideces. Creo que fue de la noche a la mañana, cuando dimos comienzo a una serie de abrazos y caricias continuas, de golpe, todo eso se convirtió en amor. Nos culpábamos una y otra vez porque pensábamos que perderíamos aquello que tanto apreciábamos llamado "amistad".
Cada uno volvía a su destino y cada vez que esto sucedía, no volvía a saber de ti apenas. 
Sin embargo, cada vez que nos veíamos de nuevo, había algo que no cambiaba: El sentimiento.
Era algo demasiado fuerte, y es que nunca cambiaba, siempre volvía a sentir lo mismo que la vez anterior, incluso más. Eso se llama enamorarse. La persona de la que realmente te enamoras, es de la que cuando la ves, los sentimientos se disparan como estrellas fugaces, como las bombas en la guerra. Pase el tiempo que pase, todo aquello se revive. No hay manera de desprenderse del recuerdo.
Pero solo me queda decir, que en 45 días eres mío.

sábado, 8 de junio de 2013

Realmente no sé como sentirme.
¿Cuántas veces hemos llorado de rabia?
Contigo cambió mi vida, fuimos dos tontos enamorados que caminaban por esas calles como dos niños en busca de una nueva aventura. Veíamos pasar personas, quien sabe que historia tenían tras ellos, pues nosotros solo nos mirábamos con ojos de amor.
Los besos que nos dimos son incalculables y los abrazos mi más preciado recuerdo. Nunca creí en los "para siempre", pero contigo esa opinión resultó nula. No me hacía la idea de separarme de ti, no me podía imaginar un solo segundo sin que tú fueras mio.
Nada resultó ser como pensaba. La oscuridad y el frío se apoderó de mi. Veo que tu amor  no era amor, y eso es lo que más duele, lo me crea esta situación de ira. 
¿Realmente me has querido alguna vez? ¿Qué sentías tú cuando me besabas? ¿Y cuándo me abrazabas? Tengo mil preguntas, pero de nada serviría que me respondieras, nada tendría solución fuera cual fuera tu respuesta. Camino con la soledad, es mi mejor  compañía después de mi. El tiempo me ha dado la razón, y es que lo que nace se apaga, que podemos pasar de reír a llorar en cuestión de segundos. Que no es que no sepamos lo que tenemos hasta que lo perdemos, simplemente cuando notamos que lo perdemos lo queremos con más fuerza. 
Éramos distintos, todo se volvió oscuro en cuestión de meses, nadie creyó en lo nuestro pero ahí estábamos nosotros. Todo fue un esfuerzo relativo sin sentido alguno. El miedo nos conseguía por milésimas de segundos acumuladas en dolor constante. El miedo se apoderaba de nuestros ojos y con ellos las lágrimas. El miedo pudo con nosotros y las verdades o suposiciones nos mataron.
Solo espero no volver a encontrarte, pero créeme, nunca quise hacerte daño.

sábado, 1 de junio de 2013

Cambiaste. Cambié.

Mírate. Mírame.
¿Qué ha pasado?
Hemos cambiado.
¿Acaso no recuerdas los días en los que no podíamos pasar el uno sin el otro? Los mensajes infinitos o esas llamadas que en un principio serían de 10 minutos y terminaban durando horas. Cuando al verme me cogías con tus perfectos brazos y no me soltabas hasta 15 minutos después, me decías que necesitabas saber con certeza que no era un sueño, que estaba ahí contigo.
No te gustaba estar sin rozar mi piel, según tú, necesitabas sentirme. Me susurrabas que era diferente, que te hacía sentir cosas que tú ni si quiera sabías que existían, me decías una y otra vez que por nada del mundo te separarías de mi. Sonreirme era tu particular manía, adorabas matarme a cosquillas, según tú mi risa era adorable y muy natural; que aunque te dijera que pararas, me encantaba jugar contigo.
Y las tardes comiendo chuches, siempre cogías las que más me gustaban, hacías la acción de meterlas en la boca pero después me las dabas ami. Me dijiste que era tu prioridad, que me tenías ante todo y que ya sabías cual era tu "misión" en la vida, hacerme feliz.

Pero todo cambia, nosotros cambiamos.
Lo que piensas que es eterno no tarda en tener un final.
Ahora siempre que me acuerdo de ti me hago la misma pregunta, de si todo aquello era verdad, todo lo que decías, porque lo que me prometiste ya veo que no. Nunca te separarías de mi, y aquí ya no estás.
Fuiste tú. Fuiste tú el que me falló, el que decidió irse de mi vida sin ninguna explicación, tu único argumento fue que ya no sentías lo mismo. Si de verdad quieres a alguién, los sentimientos no cambian, yo no he cambiado.
Pero solo me queda decirte una cosa: Eres pasado.

lunes, 20 de mayo de 2013


Me levanto por la mañana en una habitación, no me acuerdo de nada. Solo veo una cara que nunca antes había visto, al ver todo su cuerpo mi mente entra sock. El mundo me da vueltas y empiezo a recordar, empiezo a preguntarme qué pasó ayer. No hay nada en mi bolsillo, no entiendo que pasó. Creo que me pasé con el alcohol, ¿pero hasta este punto? 
Noche de descontrol. Me dijeron que lo pasaría bien, me olvidaría de ti. ¿A esto se referían? Estoy en otra casa, al girarme y ver que no eras tú el que estaba a mi lado me quedé extrañada, me esperaba algo diferente. Solo recuerdo los 5 primeros cubatas, 3 de Vodka que apenas podía saborear la Fanta, otro de Ron con Cola y este último llevaba algo de Ginebra. ¿Y después de eso? Después de eso solo recuerdo haber despertado aquí, al lado de este desconocido que ni si quiera sé su nombre. Solo quería pasármelo bien por una noche después de tantas llorando y lamentándome por haberte perdido, quería borrar tu imagen de mi cabeza, quería olvidar todos los momentos que pasamos juntos, esos besos cuando tenía sed de ti o los abrazos cuando tenía frío, tu aliento en mi nariz.
Y me encuentro con esto, mi ropa está ahí, en el suelo. La cabeza me da vueltas. Apenas tengo fuerzas para levantarme e ir al baño. Lo único que quiero es cerrar los ojos, volverlos a abrir y aparecer en mi cama. Me siento avergonzada, quiero tener el valor de poder recordar lo de anoche. Noche de descontrol.

lunes, 13 de mayo de 2013


Empieza todo a hacerse triste, recuerdo y pienso el momento en el que todo terminó, entonces me quedo sin aire. Noto como las lágrimas caen por mi mejillas exactamente igual, que aquella noche en la que ambos decidimos difurcar nuestros caminos.
¿Qué pasa con nuestra historia? ¿Por qué no vienes a buscarme? Si quieres puedes aparecer de manera inesperada, prometo darte un abrazo nada más verte y hacer cosquillas hasta que me duelan las manos. También puedes quedarte a dormir como hacías casi todos los findes, también prometo  agarrarte la cintura mientras duermo. 
Pienso que el miedo está pudiendo con nosotros, en nuestras últimas conversaciones, parece que te has olvidado de todo lo que hemos sido juntos, fuimos un mundo, la historia de amor más bonita que he vivido nunca, y ahora que todo a terminado, estoy buscando fuerzas de ni si quiera se donde para poder seguir adelante.

domingo, 5 de mayo de 2013

Me atrapas. 
Te sabes todos y cada uno de mis movimientos ante cada situación. 
Juegas con ventaja, porque así es esto. Un juego.
No puedo expresar como me siento. Veo algo gris, ni blanco ni negro, es gris; algo que recorre todo lo que me rodea. Es un estado de "stock" ante el que no sabes como ni de que manera reaccionar.
Empiezas tú. Me acaricias el pelo, sabes que es mi debilidad; me atrapas con esa mirada que sabes que me puede. Pones tu mano cerca de la mía, pero apenas se tocan, sabes que eso me tienta.
Quieres dejar atrás el dolor, pero eso es algo que nos acompañará siempre. 
La añoranza corretea por mi cuerpo, de arriba a bajo; no me ha pedido permiso, yo quería estar sola.
Ante toda la presión a la que se ve sometida mi cabeza, de mi boca sale un inevitable "Estoy aquí amor". ¿Sabes que es esto? Como te he dicho antes, es un juego. Un juego emocional. Es algo contra mía, están poniendo a aprueba todas y cada una de mis debilidad, juego con desventaja por todos y cada uno de mis sentimientos.

No debo.
Esas dos palabras corretean por mi cabeza cada vez que pienso en ti.
¿Qué me hace pensar que esta vez si que saldría bien? Puede que sea por tu recuerdo, que me atrapa y no me deja soltarlo. Yo no te quería. Yo te había olvidado, pero el recordar todos y cada uno de los momentos  que hemos pasado juntos en estos meses, hacen que piense lo contrario.
No quiero sufrir otra vez por esos defectos incontrolables. No puedo intentarlo de nuevo. Pero esque echo de menos anochecer junto a ti y despertarme a tu lado, echo de menos como jugábamos, echo de menos el ponerme celosa por cualquier tontería, echo de menos ese camino en el metro que como estaba contigo se me hacía más corto, echo de menos muchísimas cosas.
Recuerdo aquella tarde a principios de Julio en el banco, ese día en Machanca cuando me miraste y me dijiste "fea", ahí nadie sabía nada de lo nuestro; ese beso en el semáforo, como en la playa jugábamos como críos, el sabor de la primera vez, esa noche que me subiste a lo más alto de tu pueblo, las vistas eran impresionantes; cuando tenía frío, tú me agarrabas con más fuerza o tu risa, tu risa se me ha quedado grabada.
Demasiadas cosas hemos pasado juntos. Buenas y malas, pero como digo yo siempre, "las cosas buenas se comen a las malas."
Hemos llorado juntos, hemos reído, hemos pensado que todo terminaba y hemos sacado fuerzas para seguir juntos. Pero aquel día no pudimos sacar fuerzas para seguir adelante. Dolía, claro que dolía, pero era lo mejor tanto para ti como para mi.
Fuiste el primero en muchos sentidos, y eso ami no se me va a olvidar, y que lo vivido no queda atrás. Todo por lo que hemos pasado, siempre formará parte de nuestro presente, es algo que recordaremos.

viernes, 3 de mayo de 2013


No estoy enamorada de ti. Ni si quiera te quiero. A veces tenemos que caer para darnos cuenta de las cosas y aunque no te levantes al segundo, lo importante es haber aprendido.
Cuando te dije que te echaba de menos, me refería al chico de hace tiempo que me tenía como prioridad, que me cuidaba, que me abrazaba con fuerza y me miraba como a nadie, con el que podía ser yo misma, no tenía miedo a mostrarme. Era feliz. Y ahora todo ha sido al revés.
Jode mucho que para tener que darme cuenta de que has cambiado, de que ya no eres el chico del que me enamoré, me haya tenido que llevar este palo. Hubiese preferido quedarme con la otra imagen que tenía de ti y no con la de ahora. Has perdido todos los valores que tenía hacia ti, has hecho que te olvide de golpe al darme cuenta de que ya no queda nada de aquel niño.

martes, 30 de abril de 2013

Tu teléfono nunca suena. Que triste el recordar  aquellas llamadas. Que inoportuno el recuerdo, aparece cuando menos lo necesitas, tu mente se lo consiente y tu corazón lo rechaza. No necesita más daños, ya fue suficiente, y esta vez, la reparación tardará más de lo que tenía pensado. 
Puedo no roncar por las mañanas, puedo aguantar la respiración bajo el agua hasta que explote, puedo dar la vuelta al mundo en 81 días, puedo viajar a la Luna si así lo quisieras, puedo mendigar besos si tú no me los das. Pero lo que si que no puedo es olvidarte en este mismo instante, porque por ti volví a nacer.
Era tu guerra de por las noches y tu desayuno por las mañanas. ¿Podíamos pedir más? Lo fuimos todo, dejamos el pasado atrás, tú el tuyo y yo el mío. En ese momento, dejamos de ser dos para ser uno.
Por esas tardes de peli que terminaban en pasión, por esos abrazos que seguían con besos, por esas palabras que se convertían en sonrisas, por aquellas promesas que han quedado en nada.
Desencadenabas mi locura y me hacías perder el control de mis sentidos cuando menos lo esperaba, porque así eran nuestros momentos juntos, algo inesperados.
Pero escúchame bien, estoy aquí amor.

domingo, 28 de abril de 2013

Que alguien me explique porque ahora te echo de menos. No ha pasado mucho tiempo, pero no es lo mismo que al principio de terminar. No te quería ver. No te echaba de menos. No tenía ni el más mínimo recuerdo de todo aquello por lo que pasamos juntos. Ni si quiera tenía la necesidad de hablar contigo.
Y ahora no hago más que pensar en como sería todo si todavía estuviéramos juntos. Tal vez me gustaría terminar las noches de los viernes y los sábados entre besos, risas y abrazos, como solíamos hacer; y despertarme por las mañanas contigo cogido a mi cintura y observar como como duermes. Hacerte cosquillas hasta que morías de la risa, era mi adicción. Esas sorpresas de ir a recogerme al instituto los viernes, comer juntos y lo que le sigue. Esos abrazos en los que me sentía pequeña, pero que tu me hacías creer con tus palabras, que era la persona más grande de este puto mundo.
Como nos mirábamos en el uno al otro, con esos ojos de enamorados. Nunca nadie me había mirado de esa manera.
¿Y cuando nos enfadábamos? No aguantabas ni 2 minutos sin besarme; yo me hacía la dura y en realidad estaba deseando que vinieras a mi.
Y las noches de los sábados viendo la tele hasta las tantas de la madrugada, como no, abrazados.
Puede que me arrepienta de como estuvimos los últimos meses, no fui lo que te merecías. Pero eran mis sentimientos y en ese momento no los podía cambiar.
No sé si todavía te quiero. Puede que sí y por eso me acuerdo de ti de este manera. Siento que lo que tenía contigo, nadie me lo va a poder dar, pero por otra parte, pienso que todo terminó por algo... esos defectos con los que yo no podía estar, y ahora que has conseguido levantar cabeza, no es justo para ti que yo vuelva. Tal vez lo mejor sea olvidarte.

viernes, 26 de abril de 2013

Miras hacia delante intentado buscar una respuesta coherente para cada pregunta que formulas en tu cabeza. El cielo te responde con lluvia y tú te das por vencido.
Ya no hay marcha atrás, le fallaste. Le fallaste una vez más. La perdiste. No supiste valorarla ni darle el cariño que ella quería, o mejor dicho, que necesitaba. Le prometiste rosas y lo único que recibió de ti fueron las espinas. Le juraste besos bajo las estrellas y lo único que ha sentido bajo las estrellas han sido sus lágrimas. La dejaste escapar, es más, le dijiste que se fuera y ella lo aceptó. ¿Y ahora quieres que vuelva? Tío, haberla arropado cuando tenía frío, haberla hecho reír cuando no era capaz ni de sacar una pequeña sonrisa, haberla abrazado cuando decía que tenía miedo a perderte, no haberla usado para quedar cuando tus "colegas" te daban de lado o no haberla hecho creer que era la única cuando en realidad, cada día pasaba una diferente por tu cama.
Tenías que darle los buenos días cuando estaba enfadada, apoyarla cuando ella decía que quería estar sola, porque en realidad, deseaba estar contigo.
Y ahora te arrepientes, ahora te das cuenta de que realmente, es la persona que te aporta lo que necesitas. Te das cuenta de que su carita, es la última que quieres ver cada noche y la primera cada mañana. Ahora es cuando extrañas esos pequeños detalles o actitudes de niña pequeña que tenía a veces.
Ahora que ella consigue levantar cabeza, vuelves. ¿Sabes una cosa? Haberla valorado antes, porque ya la has perdido. Cada persona es única, y no encontrarás a nadie como ella.


Como una montaña rusa que sube y que baja. Como un pez que nada a contracorriente. Como ese disco rallado que nos empeñamos en que funcione limpiándolo con la manga de la camiseta una y otra vez. Como cuando tiramos de la puerta hacia fuera cuando es hacia dentro. Todo son intentos fallidos, como nosotros. Un intento fallido de amor, algo que no supimos cuando o como empezó, pero sí porque acabó.
Hablan de sentimientos y ni ellos mismos saben lo que es. ¿Tú lo sabes?
Todo son errores que algún día cometimos, cosas que no supieron valorar y que luego buscaran. Te prometen el cielo y ni si quiera saben mantenerse ellos mismo sobre tierra. Te prometen rosas y solo recibes espinas. Te juran amor y ni si quiera saben pronunciarlo. Dicen de avanzar y no dan ni un paso. Hablan de demostrar y solo dicen palabras.

miércoles, 24 de abril de 2013


Él la mira, sonríe. Ella se pone roja, le brillan los ojos. Eso significa algo. Algo bueno. No pueden apartar la mira el uno del otro, sienten algo raro, algo inexplicable. Les gusta.
Se acercan más, los ojos de ambos se cierran y sus labios se juntan, es explosivo. Las manos de él están en las caderas de ella, nota como sus manos van subiendo poco a poco por debajo de su jersey y ahora están en su ombligo. Las siente por las costillas, sus nervios aumentan. Pero justo cuando llega debajo del pecho, él para.
Ahora se siente bien. Se relaja. Sus labios se separan, sus miradas se juntan, ella le mira... Le quiere.

domingo, 21 de abril de 2013

Mira hacia alante, ¿ves algo? Claro que no. Es normal que no veas nada, es todo lo que te queda por descubrir, pero si te encierras en el pasado y no avanzas, nunca sabrás lo que es.
Nadie te asegura que sea bueno, tampoco que se sea malo, pero si no intentas avanzar nunca lo sabrás.
Piensa en todo lo que has pasado, las lágrimas caídas, las sonrisas perdidas, las noches sin dormir y los pensamientos que nunca formaron parte de la realidad. Dime ahora que no tienes ganas de avanzar, si me dices que no, mientes. Venga, sécate esas gotas que caen de tus ojos, ponte guapa y sal, empieza a recorrer esa ruta que tienes por delante que es lo mejor que tienes ahora mismo,ahí está tu destino, deja que te encuentre, no lo busques, el sabrá el momento indicado para aparecer, solo quiere sorprenderte. Tal vez lo tengas más cerca de lo que imaginas y simplemente no lo ves.

lunes, 15 de abril de 2013


Gritas al cielo como si fuera a ayudarte, como si con ese simple chillido fueras a resolver  tus problemas, como si hallaras la respuesta ahí arriba.
Intentas refugiarte a las afueras de todo, alejada de la sociedad y todo lo que la compone. Desconectas. Apagas el móvil. No quieres saber nada de nadie, y que nadie sepa absolutamente nada de como estas o lo que piensas. Como si no existieras. Hay hechos o simples problemas que te cambian. Te cambian la manera de pensar, cambian tus reacciones y como no, las emociones también. Hace que te des cuenta de que lo que realmente necesitas son cambios. Ser otra persona. Quien sabe, quizá cambiar de aires  una larga temporada. Pero te paras a pensar y te caes en que no, que eso sería imposible. Te das cuenta de que el sitio más alejado al que puedes ir, es en el que estás en ese preciso momento. Todas tus ilusiones se desvanecen. Nadie te entiende, ni tu misma lo haces. Es una sensación de malestar imborrable, puede que sea un cúmulo de cosas, sabes que hasta que no consigas saber lo que es, no terminará. Pero te pierdes. No sabes que dirección tomar, mentira. Ni si quiera encuentras el camino. Está nublado; que digo nublado oscuro. Está oscuro.
Solo hay algo que puede poner solución a todo sin buscar o encontrar los "por qué" o las  razones. Esa solución es la luz. La luz del camino. Pero eso ya es otra cosa, todo aquello depende del destino. Así que tendrás que seguir gritándole al cielo hasta que "el destino" decida poner esa luz en tu camino.


-¿Qué te pasa?

+ Nada.

- Intenta decírmelo mirándome a los ojos, a ver si así me creo que no te pasa nada. No sabes mentir.

+ Tonto...

- ¿Sabes? Me encanta cuando me llamas "tonto" de forma cariñosa, te pones preciosa. Pero bueno, no cambiemos de tema, quiero que me digas lo que te pasa.

+ No sé explicarlo. No me entiendo ni yo, ¿que te hace pensar que tú lo harías?

- Inténtalo, con tus palabras y con tus ojos me bastará para poder comprenderte.

+ Verás... Es una mezcla entre miedo y preocupación. Míranos ahora, estamos juntos. Tú me tienes. Yo te tengo. Hemos pasado miles de cosas juntos a lo largo de este tiempo. Muchísimos momentos por recordar. Canciones. Detalles que han hecho que todo esto vaya creciendo día tras día. Hemos compartido besos, abrazos, miradas y muchas más cosas. Y  ni tú ni yo sabemos que pasará dentro de unos años, si estaremos juntos o cada uno hará su vida por separado. Puede pasar algo en cualquier momento. La vida es difícil y nosotros somos jóvenes. Entonces pienso en todo lo que tenemos ahora tú y yo y me doy cuenta de que no podría vivir sin muchas de esas cosas. Cada vez que lo recordara lloraría.

- ¿Es eso lo que te pasa? No sabemos lo que nos depara el futuro, pero el presenta está  aquí, y si nos lo amargamos pensando en lo que pueda pasar, nunca estaremos bien. Solo te voy a decir una cosa: Disfruta del momento, porque cada segundo es único. Te quiero pequeña.

domingo, 14 de abril de 2013


Estoy perdida. No me encuentro. Ni si quiera se que hago aquí, tumbada en la cama escribiendo como una completa imbécil cosas que probablemente solo entienda yo y para vosotros no tendrán ningún sentido o tan solo serán una simple acumulación de la palabras que tengo en mi cabeza y necesito soltar de alguna manera.

Me pongo a pensar. Pero entonces mi cabeza se tambalea, pierde los sentidos. Demasiadas cosas en mente para tan poca razón. ¿Feliz? Yo pienso que nunca se es feliz, o por lo menos del todo, ni si quiera me acuerdo de la última vez que yo lo fuí. Probablemente me  durara 1 hora o a lo mejor 10 minutos. Después todo eso desaparece y un simple pensamiento o un jodido recuerdo, puede cambiar tu estado de ánimo, y vuelves a lo de siempre con tus lágrimas, tu furia y tu rencor hacia todo aquello que algún día te hizo daño. Puede que penséis que escribo como una adolescente inmadura, que intenta llamar la atención de alguna manera o que desprende sus palabras para que la gente las lea. Pero es vuestra opinión, no la comparto y si es así, nadie os obliga a leerme.

Tengo miedo, como muchas chicas o chicos de mi edad. Miedo de lo que me tenga preparado el futuro, o mejor dicho, el destino, miedo de lo que el haya guardado para mi. Hay personas que no creen en él, en el destino, yo, personalmente sí. Creo que el final de nuestro camino o lo que nos espera, está escrito en alguna parte y que todo tiene un "por qué".

Lo siento.

Querido estómago: Perdón por todas las mariposas, que solté sin controlar, cuando realmente fue un error... Perdón por no cazarlas antes de que llegaran a la garganta y se chocaran entre sí queriéndose morir... Querida almohada: Perdón por todas las lágrimas, por no consultarlo primero contigo, por abrazarte pensando en alguien que no eras tú, y por golpearte cuando no fuiste tú quien me trató tan mal...Querido corazón: Perdón por todo el daño. Por todo. Por suplicarte que aguantaras lo insoportable, por prohibirte hablar, por hacer de ti, un viejo músculo algo mal parado. Perdóname por no cuidarte tanto como mereces...Querido cerebro: Perdóname por no creerte, aún sabiendo que tenías razón. Por no escucharte, y por creer que Corazón y tú estabais en guerra... No sabía, que lo único que queríais era a alguien que concordara con ambos. Querido tiempo perdido: Gracias por haber existido, por haberme dejado libertad para actuar como quería, y lo siento por no haber comprendido antes, que tú, no volverías.

lunes, 8 de abril de 2013

Ahí arriba.

Por todas esas personas que se fueron sin avisar. Se fueron sin decir "Adiós" por el simple hecho de que ni ellos mismo sabían que se marcharían. Los que están ahí arriba desde el día en que se fueron, mostrándonos su mejor sonrisa que aunque no la veamos sí que podemos imaginarla como si la tuviéramos delante, podemos sentir esos abrazos que un día nos aportaron paz, podemos recordar y revivir en nuestra mente aquellos momentos tan especiales que nos hicieron pasar, o como nos ayudaban a levantarnos de cada caída, como nos cebaban en las comidas y las meriendas, parecía que se pensaban que no habíamos comido en la vida; o cuando nos decían que éramos los más guapos del mundo mundial y nosotros sonreíamos de una manera dulce y sincera. Nuestros abuelos. Aquellos a los que tanto hemos querido y tanto queremos, que han sido como padres para nosotros, han sido las patas de nuestra mesa, nuestro suporte, el asa de nuestro cubo, la manivela de nuestra puerta, nuestro mango de la sartén, nuestra bombilla de la lámpara o nuestras agujas del reloj; algo imprescindible. Son las personas de las que nos acordamos cada día y les dedicamos todas nuestras victorias. En algún volveremos a estar con ellos, pero mientras tenemos que formarnos como personas e intentar que se sientan orgullosos de lo que somos o podemos llegar a ser en un futuro.

domingo, 7 de abril de 2013

Todos iguales, nadie diferente.

Muchas veces nos paramos a pensar el "¿Por qué?" de muchas cosas y la mayoría de las veces no encontramos respuesta. Queremos lo que no tenemos y lo que está a nuestro alcance no lo valoramos. El ser humano es así, somos egoístas por naturaleza y superficiales como la vida misma. No aceptamos a las personas por cualquier defecto físico o psíquico que tengan. Juzgamos sin conocer y hablamos sin saber. No fiamos más de las apariencias que de las palabras que salen de esa persona. Nos guiamos más por lo que nos dicen los demás, que de lo que realmente pensamos y muchas veces dejamos que nos afecten las palabras de quien menos nos importa. Pensamos más en nuestro propio beneficio que en el del que tenemos al lado. Nuestra vida es una acumulación de impulsos por los que nos dejamos llevar y nuestra cabeza un juego de preguntas y respuestas que nadie consigue acertar. Todo esto es la realidad, tan real como la vida misma. Y por mucho que nos empeñemos y nos propongamos cambiar, todo seguirá igual.

miércoles, 3 de abril de 2013

"Si no tienes nada solo te queda la posibilidad de ganar"

Sé que puedo y no me pienso rendir.
Con el tiempo me he dado cuenta de que siendo negativa no llego a ninguna parte, que es mejor pensar en positivo, olvidarte de lo malo y centrarte en lo bueno.
Las cosas cambian y quien sabe si esta vez tendré suerte. Aunque tampoco creo que sea cuestión de suerte el tener o no a una persona, más bien tienen que ver la cualidades y la manera en la que puedan llegar a encajar, yo pienso que puedo hacerte feliz, que puedo hacerte reír 25 horas al día 8 días a la semana, que puedo hacer que recuperes esa ilusión que un día perdiste, que puedo conseguir que te enamores de nuevo y sin miedo nada.
Claro que me costará, en esta vida nada es fácil, y dicen que si es difícil valdrá la pena, ami de eso no me cabe la menos duda. Porque cada día me voy dando cuenta que solo me importas tú y me imagino en como sería todo si estuviéramos juntos... que traicionera es la imaginación.
Todavía no tengo claro lo que voy ha hacer, solo sé que voy a luchar y demostrar lo que siento como nunca lo hice por nadie, los actos supongo que vendrán solos, ya que eso tiene que salir de dentro, pero bueno, dicen que todo esfuerzo tiene su recompensa ¿no? Solo espero que tú seas la mía, no habría nada mejor.
Solo quiero que te quede claro que mientras me queden fuerzas voy a estar ahí, que hasta que no me digas vete no pienso marchar, que voy a perder el miedo y me centraré en disfrutar.

martes, 2 de abril de 2013

Le volví a perder.

Que sí. Que esta vez he vuelto a fallar yo. Que tal vez no he sabido controlar mis ilusiones y por eso ahora estoy así. ¿Pero sabes una cosa? No me arrepiento para nada el haberte hablado aquel 18 de Marzo a las tantas de la madrugada, bueno 19. Fue un paso que me costó mucho dar, me lo pensaba y me lo pensaba, y al final me dije ¿por qué no? No pierdo nada, solo tengo la posibilidad de ganar y si no es así no tengo nada que perder. Pensaba que después de todo el tiempo que había pasado ni si quiera te acordarías de mi. Para mi sorpresa no fue así, te acordabas, bueno, sabías quien era. Ese momento me gustó, seguro que por un segundo mi imagen fue a tu cabeza y con un poco de suerte alguno de los momentos que pasamos juntos. Quien sabe que pensarías exactamente, ni soy vidente ni tengo intención de serlo, pero me gustaría saber que piensas de mi, si te acuerdas en algún momento del día o si aun me guardas algún pequeño recuerdo. Pero la lié una vez más. Todo lo que podía haber vuelto a ser quedó destruido. Lo que había ganado en dos semanas lo había vuelto a perder en 1 minuto. Que claro que entiendo las razones, por eso no estoy insistiendo. Pero ahora la duda la tengo yo. No sé si luchar o quedarme quieta. Si esperar o hacer mi vida. Si olvidarte del todo o recordarte. Si hablarte o esperar a que lo hagas tú. Porque tampoco sé lo que sientes tú por mi o lo que piensas, nunca me quedó nada claro, si al menos supiera algo de lo que pasa por tu cabeza si que sabría reaccionar, pero ahora me encuentro entre la espada y la pared. Todo depende de nada.

lunes, 1 de abril de 2013

Parte 22.

22 de Septiembre.
Ella llegó a medio día y encendió el ordenador. Estaba él.
Puso un estado "22 :$" parecía que estaba con alguien pero solo quería ver si él le hablaba, y tenía la excusa de poder decirle que era de su mejor amiga.
Efectivamente, le habló.
Las palabras dolían.

ÉL: ¿Ya estás con otro?
ELLA: ¿Que pasa? ¿No puedo tener mejor amiga o que?
ÉL: Eh tranquila, ya hace tiempo que te he olvidado. Pero tenían razón, era mejor que no te lo dijera, te lo tomarías a mal.

No sé si fueron las palabras exactas pero fue algo parecido, le dijo que había encontrado a otra persona y lo tenía que aceptar. Dolía, dolía más que nunca.
Pero ella solo mostraba indiferencia, no quería que el supiera que se estaba muriendo por dentro.

En ese momento pasaron mil cosas por su cabeza. Una promesa no cumplida. Miles de abrazos y trillones de besos. Todas esas palabras. Todos los planes que tenían juntos. Recordó el principio, el principio de todo, lo que le había costado conseguir a ese chico y lo rápido que lo había perdido. Todo para nada. Los momentos juntos no le compensaban todo el dolor que estaba sintiendo.
Los días pasaban,  ella se metía en su perfil e iba viendo como el chico del que se había enamorado locamente estaba colado por otra chica que no era ella. Se sentó a ver como el chico que quería se enamoraba de otra. ¿Había algo peor que eso? No lo creo, y si es así que vengan y me lo cuenten.

Se dejaron de hablar por completo, puede que le viera alguna vez por la calle pero este ni le miraba a la cara. Cuando le veía, miles de recuerdos pasaban por su mente y solo quería vivirlos de nuevo. Era increíble el presenciar como una persona que había significado tanto ya no era nada.

Solo quedaba olvidar.
Pensaba que el destino los volvería a unir, pero el tiempo pasa y no ha sido así.

Las cosas tienen un final, solo se viven una vez; y por mucho que duela es algo que tenemos que aceptar. Lo mejor es quedarse con lo bueno de las cosas. No todo lo que he escrito aquí, tengo mil millones de momentos más que he decidido quedármelo para mi. Porque esta es mi historia.



Fin.

Parte 21.

Los días pasaban no habían respuestas.
Dijeron que volverían a quedar para hablar las cosas, pero nunca decían días. Ella volvió a rayarse,si no veía reacciones era normal, quería estar con él por encima de todo y cada vez lo veía más difícil.
Seguían sin verse, él le dijo que si quería hablar las cosas por chat, pero la chica le contestó que prefería hablarlo en persona.
Otro gran error.
Ella seguía con sus esperanzas, no hacía más que hacerse ilusiones. 
Abrió una entrada... Esa canción... No podía para de escucha

Parte 20.

Viernes.
Le habían dicho que quería hablar con ella, pero la chica sabía que si hablaba con él se pondría peor, y ahora que había conseguido estar bien, el hablar con él solo empeoraría las cosas.
Como no, por la noche le vio, un amigo suyo le convenció para que hablara con el, al final cedió, en realidad se moría de ganas por escuchar su voz otra vez.
Él estaba ahí, en el banco, tan guapo como siempre, llevaba una camiseta morada, estaba precioso.
Ella le dijo que no había cumplido su promesa, aquella que le dijo una tarde en su patio, le prometió que siempre estarían juntos, a lo que él contestó que todavía no era tarde para cumplir aquello que le dijo.
La chica se tenía que ir, aquellas palabras se quedaron en el banco. Suponía que volverían hablar, pero quien sabía.
En realidad había vuelto a sonreír, recordaba la conversación una y otra vez, pero a la vez le daba vueltas a todo aquello.
Solo podía esperar.

Parte 19.

No pudo dormir en toda la noche. No dejaba de darles vueltas y solo quería encontrar una solución a todo aquello. Tampoco era capaz de hablarle, para ella hablar a una persona e insistirle cuando te ha dicho que no, es como no respetar su decisión, es más, tampoco quería ser la típica pesada, ya le buscaría él.
Le recordaban que daba igual perderle, pero ella tenía cargo de conciencia por no tenerle a su lado. Le importaba una mierda lo que le dijeran, solo le quería a él.
Subió al coche, daba igual quien estuviera delante, no era ningún impedimento para que sus lágrimas salieran, eran inevitables.
Una perdida.
Era su amigo, ella llamó.
Entonces si que no pudo dejar de llorar al escuchar que a él se le había caído una lágrima, eso la destrozó, lo último que necesitaba era que la persona que quería llorara. Le dijeron que si se podían pasar por su patio, pero no podía.
Colgó.
Ya no supo nada  de él.
Pero su cabeza no dejaba de pensar. Se preguntaba que pasaría en un tiempo, si encontraría a alguien o si simplemente volverían hablar.

Parte 18.


Encendió el ordenador temprano con alguna esperanza de que se conectara antes, pero nada... Su amigo sí que le habló , y a él le comentó todo lo que quería decirle; que le quería de verdad, que la perdonara por todos los fallos cometidos, que iba a madurar y cambiar todas sus actitudes de niña pequeña, que quería esforzarse porque aquello saliera bien, que era la persona que quería tener a su lado y pondría todas sus fuerzas en aquella relación.
Su amigo le decía que lo intentara, que él la quería muchísimo y que las cosas se solucionaban hablando, esas palabras animaban a la chica y la hacían  sentirse más segura de lo que quería hacer y de si misma.
Entonces se conectó, no recuerda exactamente como fue la conversación pero sí de lo nerviosa que estaba, le sudaban las manos, era incapaz de escribir. Intentó decirle todo aquello que tenía pensado, pero entonces esa frase tan dolorosa "Lo de ______ ha sido la gota que ha colmado el vaso" acabó con todo.
Todo había terminado en cuestión de minutos. Todos sus planes, todas sus palabras, todos sus sentimientos, todas sus ilusiones... Todo había quedado destrozado con aquella frase.
Apagó el ordenador, entró dentro, se le vino la conversación a la cabeza y derramó una lágrima, luego otra, otra, otra y otra; poco a poco todo eso se fue convirtiendo en llanto, no podía parar, sentía una presión en el pecho y ni si quiera podía hablar.
Aquello fue horrible. Fueron a intentar animarla pero no había manera. Dolía. Dolía mucho.
No quería salir de casa, tenía los ojos hinchados y la sonrisa caída; pero con tal de no oír a su madre y a su amigo se maquilló un poco y se dispuso para salir.
Un gran error.
Vio a una amiga suya y le contó todo lo que había pasado y por la calle de al lado subían dos chicos, uno de ellos llevaba una camiseta amarilla, había pasado dos meses increíbles con él, cosas buenas y cosas malas, pero las cosas buenas se comen a las malas, se habían sonreído, se habían besado y se habían abrazado como dos tontos enamorados viviendo una historia interminable; claro que conocía, era él, su primer amor.
Este se negó a hablar con la amiga de la chica, según él tenía prisa. Ahí quedó.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Parte 17.

A la mañana siguiente lo veía todo mucho más claro. Quería llamarlo, pero pensó que mejor sería tomarse un domingo de relax y ya el lunes hablarían las cosas con más calma.
El día era triste, y pasaba lento. Cada vez se arrepentía más de la actitud que había tomado la noche anterior, pero lo hecho, hecho estaba. Ahora solo podía pedirle perdón y esperar su repuesta.
Estaba asustada por si lo perdía, no estaba segura de que fuera a perdonarle porque eran demasiadas cosas juntas, pensaba que se había desenamorado de ella, pero yo pienso que de la persona que realmente te has enamorado no te puedes desenamorar tan fácilmente.

Ya tenía todo pensado. Estaría conectada después de comer, (que era cuando él solía estar conectado, siempre quedaban a esa hora para hablar), le propondría quedar para hablar las cosas y le diría todo lo que pensaba.
Si las cosas salían como ella quería, todo quedaría perfecto. Pero basta con que quieras que algo salga bien para todo sea al revés.

Parte 16.

Sábado, 4 de Septiembre. 2 meses. Puede que fuera poco tiempo, pero para ella significaba mucho. Él le hizo una entrada donde ponía 'Esto no es nada comparado con lo que nos queda.' Esa frase se le quedó ahí, grabada, ojalá hubiera sido cierto.
La gente le comía la cabeza, le decía que pronto la dejaría, que él no sabía tener una relación y que no aguantaría mucho más, a lo que ella decidió pasar y confiar en su chico.
Pero entonces vio algo, una foto que no le gustó mucho, era de otra, lo peor no era la foto, sino la frase que habían escrito, decían que tenían que hablar... "¿Qué más daba? Podían ser amigos, ¿no?"
pero a ella en ese momento le fue a la cabeza todo aquello que le habían dicho y tardó segundos en hacerse un mar de dudas.
Esa misma noche ella le llamó por teléfono, él estaba con un amigo; le comentó lo de la foto, a lo que estos le dijeron algo en plan broma pero que le sentó como 1.000 puñaladas en el corazón. Ella les dijo algo en plan cachondeo pero que este también se enfadó, ella terminó colgando y ya no supo nada más de él en toda la noche. Le hicieron una perdida, pero no sabía si era él o su amigo, así que decidió pasar.

martes, 26 de marzo de 2013

Querido 26:

Todos tenemos alguna persona inolvidable, un recuerdo que siempre habita entre nosotros pase el tiempo que pase, una sonrisa imborrable de nuestra mente, un abrazo marcado en nuestros brazos y una voz que nos repetimos una y otra vez para evitar olvidar-la.
Que por muchos años que pasen, tú vas a ser mi más preciado recuerdo, la persona a la que le debo todo, a la que voy a dedicar mi día a día, por la que me voy a formar como persona. Tú eres la que me enseñó a creer en mi misma, la que me ayudó a crecer, la que me enseñó a tener cariño de verdad, la que me enseñó lo que era "echar de menos".
En estos momentos la ansiedad me puede, me doy cuenta de que te necesito aquí y realmente no estás. Me doy cuenta de que llorar por amor es una gran tontería cuando alguien como tú se ha ido o se fue de mi vida. Tampoco quiero decir que te has ido, porque realmente no es así, yo tengo claro que tú sigues aquí, conmigo, ayudándome a superar estos momentos difíciles, apoyándome como nadie lo hace, aconsejándome desde dentro a tomar decisiones. Aunque parezca que está todo superado no es así, desde que te fuiste las cosas han cambiado muchísimo, las cosas ya no son para nada como eran, pero claro, han pasado 5 años. Para que mentirnos... Sé que soy de las pocas personas que se acuerdan del día que es hoy, de lo que pasó hace 5 años un 26 de marzo, ¿pero sabes una cosa? Yo te recuerdo por todos, yo te llevo dentro de mi, yo te tengo en gran parte de mi cabeza, es algo de lo que no me puedo desprender. Por eso mismo hoy me he tomado el día libre para poder pensar en ti, acordarme de esas mañanas viendo la tele las dos juntas, riéndonos y hablando.
¿Sabes? Justamente ahora me gustaría tenerte aquí, necesito ayuda. Estoy asustada y no sé que hacer. Son tonterías para muchos, solo tengo 16 años, pero para mi estas cosas ahora mismo si que son importantes, dentro de mi solo llevo la palabra "MIEDO", hace poco me dijeron que la vida está para disfrutarla y que el miedo a ser feliz hay que perderlo; ¿pero y si me equivoco? Tú no estarás aquí para levantarme, o quizá sí y tu recuerdo me anime, no sabes lo que te necesito... Pero estos momentos de duda son los peores, porque sé que lo único que me animaría es un abrazo, un abrazo tuyo, pero no lo tengo, es imposible. Y ahora voy a secarme las lágrimas por ti, voy a poner mi mejor sonrisa y voy a besar el colgante que me regalaste. Todo por ti.
JC.

lunes, 25 de marzo de 2013

Parte 15.

Esa tarde no era como la anterior, ninguna era parecida a la otra, todas eran diferentes y cada cual más especial.
Ella sentía que cada día le quería más, nunca había sentido nada parecido por nadie; no le gustaba ponerle etiquetas a las cosas, pero sí podría decir que él era su primer amor, y ojalá fuera el último, quería compartirlo todo con él. Todo.
Seguía picándola, como de costumbre, ella hacía como que se enfadaba, entonces él le iba detrás, todo terminaba con un beso. Quedaron con otra pareja y la verdad es que fue una tarde perfecta, ella, sentada encima de él, mirándose como dos tontos enamorados, no podían despedirse, bueno, nunca podían; beso tras beso el último fue un pico, el último... La última vez que sus labios se rozaban, no pudo despedirse de él.
Una última tarde.
Un último abrazo.
Una última caricia.
Un último "te quiero" a la cara.
Un millon de recuerdos de los que él ya se ha olvidado.

Parte 14.

Ella abrió la puerta, vio a su amigo, la señalo y dijo "ahí la tienes" y entonces se giró él con un "¡¡mi niñaaaaaaa!!" que sonaba alegre y feliz, acompañado de un fuerte abrazo.
La tarde fue perfecta, la verdad es que echaba muchísimo de menos todas esas cosas que solo él le daba. Esos piques, que aunque ella se quejara, no quería que parara, le encantaban. Esa sonrisa, que tenía claro que la quería seguir viendo todos y cada uno de los días que le quedaban.
Lo miraba y no podía explicar lo que sentía, era la persona a la que más había echado de menos, era algo increible.
En ese momento tenía más claro que nunca que no quería separarse de él.

Parte 13.

Última tarde en el pueblo.
Estuvieron hablando por teléfono, ya no quedaba nada para verse, no podía ser en ese mismo día claramente, a parte de que ella llegaría tarde, él tampoco estaba en su casa.
No tardó en subir al coche, quedaban 2 horas de camino, pero no le importaba, solo quería llegar y contar las horas que quedaban para ver a su niño.
En esas 2 horas le envió numerosos sms, las ganas de verle le podían. Por la noche lo volvió a llamar, su voz le tranquilizaba y hacía que se sintiera bien. Solo tenía ganas de besarlo.

Parte 12.

Llegó. Los primeros días no podía parar de hablar de él, de su boca solo salía su nombre, eso hacía que le echara más de menos pero también le sentía más cerca.
Los segundos pasaban lentos, ella no tenía cobertura, y cuando pillaba intentaba llamarle, pero no había respuesta por parte de él; o estaba apagado o no lo cogía, le enviaba sms a lo que tampoco contestaba, no sabía como tomarse todo eso. Los nervios le podían y optaba por enviarle sms rallándose diciéndole que si ya se había olvidado de ella. Los rallazos eran continuos, sabía que era lo que él más odiaba, pero se sentía mal.
A los días, un sms le llegó era de él, le decía que la quería, y que estaba fatal.
Una de las llamadas se la cogió, le dijo que lo había estado pasando bastante mal, -ella pensó "entonces como yo"- y que la quería muchísimo, la chica le pidió perdón por todos esos sms que no venían a cuento y por todas esas comeduras de cabeza. Ya quedaba menos para verle. Ya quedaba menos para abrazarle.

Parte 11.

Ahora sí. 28 de Agosto, llegó el día.
Una tarde más los dos en aquel banco. Las 7, los dos se dirigen al patio de la chica, no podían despedirse el uno del otro, ella estaba feliz por tenerle ahí, abrazándola, besándola, diciéndole que la iba a echar de menos; pero a la vez estaba triste, iba a estar un mes sin ver a su chico.
Lo peor fue el momento en que le vio marchar.
Una extraña sensación empezó a recorrer su cuerpo, era una mezcla entre tristeza y felicidad; iba a pasar 1 mes con sus amigos, iba a disfrutar, pero necesitaba tenerlo junto a ella. Puede que aquello fuera miedo a perderle, miedo a que encontrara a otra chica, miedo a que todos esos sentimientos que el decía que tenía desaparecieran.

Parte 10.

[Una tarden en el parque, en aquel banco...]
+ ¿Cuánto llevabas con la chica que más has querido?
- Tres semanas y 5 días.
+ ¿Eso es lo que llevabas con ____?
- Eres tú tonta.
(besos, sonrisas y abrazos)

Ya quedaba menos para la despedida, ella se iba a su pueblo, 1 mes sin verlo sería insoportable.
Pero bueno, le llamaría siempre que pudiera, le mandaría sms todos los días y saldrían adelante perfectamente.
Lo que ella no sabía es que todo lo que tenía pensado no iba a salir como quería.

sábado, 23 de marzo de 2013

Parte 9.

No se podían ver mucho, él cuando podía acudía al patio de su casa a verla, ella salía y le recibía con un fuerte abrazo.
Una mañana de Julio, ella estaba en casa de su vecino, el móvil sonó, era él, quería verla, a las 17:00 bajaría a la puerta de su casa y la esperaría allí, no dudó ni un segundo en llamar a su madre para avisarle de que se iba, no le pareció bien, estaba cabreada quien sabe porqué, el caso es que no la dejó salir. No le había podido avisar de que no iría, se quedaría allí, esperándola...
La tarde pasaba y ella seguía llorando, ya no por el hecho de que él se enfadaría, sino porque necesitaba verle, quería estar con él, con su chico, aquel del que llevaba tanto tiempo detrás.
No dejaba de pensar en la tarde que habrían pasado si ella hubiera podido salir, todos los abrazos que había perdido, los besos que se podían haber dado y todos los "te quiero" que se hubieran dicho.

viernes, 22 de marzo de 2013

Parte 8.

No tardaron en verse, pero esta vez era diferente, estaban juntos, él era de ella y ella era de él.
El timbre sonó y ella abrió, allí estaba él. En cuanto sus miradas se juntaron el abrazo fue inmediato, un perfecto y profundo abrazo.
Él se sentó en las escaleras y ella en sus piernas, las sonrisas entre ambos eran continuas y ninguno de los dos quería que se hiciera la hora de separarse el uno del otro, ¿se estaba enamorando? Tampoco haría nada para evitarlo, era lo que quería, enamorarse, enamorarse por primera vez.
Era él. Sí, era él. Aquel chico que veía siempre sentado en aquel banco amarillo enorme ahora mismo lo tenía delante, besándola, abrazándola, dándole mimos... Era totalmente increíble, parecía un sueño, un sueño sin fin. No veía el día en que todo aquello acabara, no paraba de pensar en todo el tiempo que les quedaba por estar juntos.

Más que un hermano.

Hoy en día amigo se le llama a cualquier persona, desde mi punto de vista, eso no lo veo bien, pero allá cada uno con su opinión. Yo amigos tengo pocos, de los que están ahí siempre; de los que te aguantan en tus peores momentos que son esos los que de verdad se merecen estar en los mejores momentos, de hecho están; de los que antes de verles ya sabes el abrazo que les vas a dar; a los que le cuentas tus cosas sin antes decir "no se lo digas a nadie por favor", por el simple hecho de que ya sabes que de su boca no va a salir nada.
Yo tengo una amistad de esas, de la manera de la que le quiero es inexplicable, es uno de mis tesoros, la persona de la que no me quiero apartar nunca, a la que quiero tener siempre en mi camino y de la que no me soltaría por nada del mundo. Es él, es más que mi amigo, es más que mi mejor amigo, es más que mi hermano.
Pablo, gracias por permanecer conmigo cuando todos se habían ido, por hacerme sonreír una y otra vez cada vez que sale una palabra de tu boca, gracias por alimentarme con tus "buenos días princesa" cada mañana, hacen que me levante con mucha más energía; gracias por quedarte despierto hasta que yo me duerma, por tus abrazos, por tus sonrisas porque cada vez que te veo sonreír me trasmites muchísima fuerza, haces que yo también sea feliz. Podría llorar de lo muchísimo que te quiero, porque es algo increíble, porque gracias a ti puedo decir que tengo un amigo de esos de verdad, de esos que son para toda la vida, de los que siempre van a estar ahí.
A veces me da por pensar que no estoy siempre que me necesitas, o que no estoy lo suficiente, sabes que a veces soy un poco seca, aunque eso no va conmigo, solo quiero pedirte perdón si alguna vez te he fallado, o por ese tiempo que estuvimos sin hablar. Que te lo repito otra vez, que no te quiero perder nunca, nunca.
Pablo, que te quiero.

jueves, 21 de marzo de 2013

Parte 7.

Al día siguiente ella se despertó pensando que todo aquello había sido un sueño, un perfecto y maravilloso sueño. No podía dejar de pensar en todo aquello, ese beso, esos abrazos, las palabras... era todo increíble. El 4 de Julio al conectarse por la noche pudo leer algo que él le había escrito esa misma mañana:

"____ gracias por la mejor noche de mi vida si eso mira mi entrada 
te quiero dema jugue partit de falles si vols vindre a vorem :$
te quiero(L)"


Ahora sí, ahora sí que era suyo, una felicidad infinita recorría su cuerpo en cuestión de segundos. No podía explicar nada, ni si quiera podía hablar, no le salían las palabras; el chico de sus sueños quería estar con ella y en ese momento no importaba nada más, solo tenía ganas de volver a verle, abrazarlo de nuevo, poder mirarle a los ojos y susurrarle al oído un "te quiero mi niño". Ese día, aquel 4 de Julio, tenía puesto sus dos nombres.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Parte 6.

La noche trascurría y con ella sus emociones. El tonteo entre ellos cada vez era mayor y más o menos, la chica, cada vez tenía más claro que pasaría algo entre ellos. Esa noche moriría de amor.
En realidad no se lo podía creer, era algo... Puf, inexplicable. Lo tenía como imposible, y eso de estar así con el se le hacía extraño.
Se sentaron en un patio y los abrazos eran continuos, la sonrisa no desaparecía, y las palabras sonaban más dulces que nunca.
Él le propuso moverse, empezaron a andar y llegaron hasta un sitio que ella conocía bastante bien; aquel banco enorme de cemento amarillo, justo donde empezó todo, empezó sin que el supiera nada.
Sus palabras cautivaban a la chica, hacía que le brillaran los ojos, ¿se estaba enamorando? quien sabe.
Según él, ella era la razón por la que ahora mismo no estaba mal, eso a ella le motivaba, estaba segura de que nadie podría hacer que en ese momento estuviera mal, nadie.
Se tenía que ir, fue a despedirse de todos y ella le acompañó; mientras hablaba con una amiga.
Fue a acompañarle y en una esquina enfrente de un coche azul la miró, sonrió, le cogió la carita con las manos y la besó. Ese momento fue explosivo, una manada de mariposas recorrían el estómago de la chica, no quería que se fuera, no quería estar sin él.
La mejor noche de su vida.

martes, 19 de marzo de 2013

Parte 5.

Un chico con una camiseta azul, pantalones claros, zapatillas grises, alto, guapo y morenito de piel se acercaba. Ella se hacía la loca hasta que él se dignó a saludarla, puede que quisiera hacerse de rogar, o simplemente le daba corte. El que caso es que ella no podía parar de mirarlo, estaba guapísimo, muy guapo.
Cada uno iba a su rollo, tampoco se decían nada, hasta que ella intentó romper el hielo preguntándole que que era lo que le pasaba, a lo que el respondió: -Vamos para allá que te lo cuento.
Él se sentó y ella se quedó de pié, y en el momento en el que él la agarró de las manos y vio como le miraba la chica dejó de escucharle, solo tenía en la cabeza aquella situación. ¿Qué pasaría a lo largo de la noche?
Si por ella fuera le diría todo lo que ha pensado desde la primera vez que lo vio, pero claro, pensaría que era obsesión así que optó por seguir hablando con él, hasta que alguien lo agarró. La chica no recuerda los demás momentos de la noche, solo tiene en su cabeza la acumulación de segundos que estuvo con él.
Quien sabe si pasaría algo entre ellos o no.

Parte 4.

Un simple comentario lo cambió todo. Ella no  dudó en escribir y al minuto observó como se abría una ventana en el chat, increíble pero cierto.
La sorpresa se la llevó ella cuando se enteró de que el chico, sí aquel chico del que se había enamorado sin ni si quiera hablar con él, tenía novia. Bueno, que tuviera novia no tenía porque ser un impedimento para hablar con él, ¿podían ser amigos, no? puede que el problema fuera que ella, no quería que fueran amigos, ella quería abrazarlo, sentir sus manos con las suyas y rozar sus labios entre "te quieros" y sonrisas.
La conversación era rara, puede ser que algo extraña; era como si se conocieran de toda la vida, había confianza. Él no estaba bien, por lo visto había tenido problemas con la novia y ella le había dicho que se animara y se pasara por una fiesta que había esa noche, así se verían y si necesitaba apoyo ella le ayudaría.
Ella esperaba la noche con ansias, no se lo podía creer, era de película.

sábado, 16 de marzo de 2013

Parte 3.

Ella no tardó mucho en buscarlo en aquella red social que entonces tanto usaba la gente, lo encontró rápido y no dudó un instante en escribir y apretar a enviar. El momento en el que vio que el formaba parte de sus amigos un cosquilleo recorría su cuerpo. Fue inmediato eso de entrar en su perfil, le encantaba ver fotos suyas, era incluso más guapo en persona. Puede que fueran un par de veces las que se saludaron, ni si quiera hablaban.
Pasaron 3 meses y aquella supuesta relación entre el chico de los ojos azules y ella terminó.
Quien sabe porqué, puede que fuera por terceras personas, no se veían o simplemente ella era una cría.
Entonces apareció él, con sus preguntas que ella no terminaba de responder, le pareció raro... ¿Qué digo raro? ¡Muy raro! ¿Qué hacía el preguntándole que si tenía novio? El caso es que dejaba de contestar y no decía nada.
Todo quedaría ahí. Estaba claro que era un amor imposible, pero además, ¿de que habla? ¡Si ni se conocen prácticamente¡


viernes, 15 de marzo de 2013

Parte 2.

Pasaba el tiempo, lo seguía viendo en el mismo sitio de siempre, ella pensaba que nunca sabría nada de él, ni si quiera su nombre, que solamente se quedaría con su cara, ¡él ni la había visto!
Entró a la ESO y pegó el cambiazo, había adelgazado, optaba por plancharse el pelo, la carita se le había hecho mucho más fina... Empezó con un chico, rubio, ojos azules; era precioso.
Una noche de fallas ellos estaban en un parque entre caricias, besos abrazos y simples "te quiero"; alguien subía las escaleras, un chico con un polar verde pistacho, morenito, pelo marrón, alto, era precioso. Ella se quedó mirando y este se acercó a su chico, abría los ojos una y otra vez, no podía creer lo que estaba contemplando... ¡ERA ÉL¡ ¡El chico que veía todas las mañanas! Increíble pero cierto.
Algo sintió al escuchar su voz. El corazón se le aceleró en cuestión de segundos. ¿En que estaba pensado?
"Céntrate, tienes novio." Pero ella seguía mirándolo. Intentó cruzar una palabra con él, pero ahí quedó. Él se marchó y dejó sensaciones en el estómago de la chica.

Parte 1.

Las cosas empiezan antes de lo que creemos, puede que tarden en continuar o que pase mucho tiempo hasta que haya una reacción; eso mismo es lo que le pasó a ella.
Todo dio comienzo cuando aquella chica tenía solo 11 o 12 años. ¿Qué sabía ella de la vida?
Bajaba cada mañana en el coche con su madre a recoger a un amigo de su hermano para ir a clase, conforme bajaba siempre veía a un chico sentado en un gran banco de cemento amarillo al lado de un paso de cebra, se quedaba mirando medio alocada, era como si sintiera algo sin apenas saber ni su nombre. Era precioso. Pelo marrón, alto, delgado, un cuerpo perfecto, morenito de piel... Llamaría la atención de cualquiera. Pero era una cría, seguramente igual que él, aunque aparentaba mucha más edad.
Y se escapaba un dato bastante importante, ella solo tenía 12 años, estaba gordita ya que tenía sobrepeso el pelo rizado como el de una oveja, no se fijaría en ella ni por asomo, y menos con la edad que tenía. Además, ¿de que hablaba? Ni si quiera lo conocía.

martes, 12 de marzo de 2013

Aquí. Ahora.

Y no sé porque ahora te echo de menos si han pasado trillones y trillones de segundos desde que nuestros labios se juntaron por última vez, desde que te dije "te quiero" al oído, desde que vi esa mirada de niño que tenías...Ojalá pudiera volver a verla de cerca.
Sinceramente no sé si fue cosa del destino, o si fuimos nosotros, el caso es que me dolió verte marchar, me dolió ver como hacías tu vida mientras yo seguía ahí, en mi cama, aferrada a un recuerdo del que no me podía desprender. Conseguí seguir mi camino sin ti a mi lado, siempre acordándome de ti y encontrándote en cada beso, cada abrazo, cada caricia...
Te guardé en mi memoria, como si fueras un recuerdo más, pero hace poco has llegado y has entrado en mi cabeza de una manera como si nunca te hubieras ido; no sé explicarlo, es algo extraño, pero me gusta.
Tal vez tenga que hacerme la idea de que todo esto nace y es fruto de una ilusión, de que nuestro momento ya pasó. ¿Pero quién sabe? a lo mejor el destino decide juntarnos de nuevo, no digo que vaya a ser ahora, sino dentro de unos años, o segundos, nada se sabe. El caso en que te quiero conmigo. Aquí. Ahora.



lunes, 11 de marzo de 2013

Confesiones.

Aquí empieza mi carta de confesión, donde chillo mis penas, mis sentimientos, mi dolor y mis pensamientos; todo eso tiene una cosa en común, esa cosa eres tú.
Me enamoré de ti, pero eso no lo decidí yo, sino mi cabeza, porque se dio cuenta de que eras la persona que encajaba en mi rompecabezas.
En ese momento no sabía como responder ante las situaciones, tal vez no tuviera la suficiente cabeza para poder hacerlo, pero quiero demostrarte que las cosas han cambiado, mis pensamientos, mis actitudes y mi reacciones; que ya no soy esa niña de los rayazos que tanto odiabas.
Créeme aun hay cosas que duelen, el verte por la calle y no poder ni sonreírte o ni si quiera mirarte; esas cosas son las que hacen que me de cuenta de como ha cambiado todo en cuestión de tiempo, lo diferente que es todo actualmente.